Es una técnica que consiste en inyectar, directamente en la dermis pequeñas dosis de vitaminas o medicamentos, con el objetivo de aumentar la disponibilidad del ingrediente activo en el lugar donde se necesita.
- Mejora la textura, brillo y grosor de la piel de la cara.
- Aportar volumen a los tejidos y restaurar el contorno facial.
- Disminuye la flacidez y estimula la actividad de los fibroblastos.